Una experiencia agradable, Manuel y Lorena, lo anfitriones, atentos, limpios, eficaces, agradables, dispuestos, serviciales, buenas personas. En todos mis alquileres han sido lo mejores anfitriones. Miman hasta el último detalle, te dejan de todo, como en un hotel( toallas, sabanas, zapatillas de baño, antifaz, champú, gel, esponja… increible) a la llegada una botella de vino fresquito. La casa muy bien situada, super tranquila, la piscina al bajar del porche, el parque para pasear y jugar con niños dentro del recinto cerrado, el bar…
No hay duda alguna que repetiremos, aunque vayamos a los pueblos de al lado merece la pena echar el viaje. Muy muy recomendable, por el entorno, por la casa y por los anfitriones.