El apartamento que me tocó, (no había otro libre) es junto al restaurante del acantilado, paso obligado de las personas que van tanto a este restaurante, como a la playa, un ir y venir constante de personas. Un poco molesto., pues la gente se para a hablar o bien cerca del dormitorio o de la ventana del salón. Pienso al respecto., que se podría habilitar un paso exclusivo para los residentes, y otro para el restaurante del acantilado. El ruido de motores, compresores o turbinas instados en el aparcamiento *terrizo* (al que no le vendría mala un asfaltado), que linda con las ventanas de los apartamentos bajos, entre ellos el reservado por mí., emiten un ruido para nada relajante. Falta de información escrita con los servicios que se ofrecen tales como; lavandería ubicación de la misma. etc. Y como último detalle el chiringuito de playa, en este sitio de 7 días solo pude ir 3 de ellos, Motivo; no se puede poner un plato con 4 mermeladas y 4 mantequilla, en muchísimos sitios por mí frecuentados, los servicios en porciones se acompañan de por ejemplo; porciones de zurrapa, sobrasada, así pidas una chapata entera como media chapata, (pan), y si pides algo más de mantequilla te la traigan en modo "chulesco". Con frases tales como; aquí tiene...una cada 8 horas ¿vale? Este trato es una falta de profesionalidad absoluta. No estaría mal dar unas clases de hostelería, a algunos de los camareros (no todos) eso sí, del desayuno se puede librar el café que estaba bastante bueno para mi gusto.