Entendemos las quejas de Lidia en pleno mes de agosto, con una ola de calor llegando a las cuatro de la tarde a una cabaña totalmente cerrada., que se soluciona abriendo ventanas y poniendo los ventiladores. La cabaña dispone de dos ventiladores que era lo que habíamos comentado previamente con ella. El problema estaba en que traían un perro grande, en concreto un labrador, al que querían dejar todo el día "solo" mientras visitaban la zona, a pesar de que les pusimos otro ventilador de gran potencia nos seguía diciendo que el perro pasaba calor. Uno no puede pretender viajar con su mascota y que esta se quede todo el día sola y encerrada (con tres ventiladores y la luz encendida para llegar tarde) y que no pase calor. Intentamos comprar un aire acondicionado portátil, pero desgraciadamente a mediados de agosto nos fue imposible encontrarlo antes de 3 días, ya que estaban agotados. Aún así, lo compramos a través de internet pero desgraciadamente no llegó a tiempo. Le propusimos dejar al perro fuera amarrado con hacen los demás inquilinos pero no quisieron. Tras su estancia hemos tenido que desinfectar la cabaña y aspirar los numerosos pelos, así como lavar todo intensamente para quitar el fuete olor a perro. Clientes como estos nos hacen replantearnos admitir mascotas.