Preciosa casa, precioso lugar. Amabilidad en nuestra recepción y además, puesto que las olvidamos, el propietario nos prestó unos juegos.Todo demasiado bien para ser verdad.
Tuvimos la mala suerte de que se rompieran dos sombrillas del chino elegante durante nuestra estancia.
A la hora de nuestra partida, el propietario me dice que me va a descontar 50.-€ de mi fianza por una de las sombrillas, de la que por cierto no presentaba factura. Me quedé perplejo!!!! Claro, le dije que no parecía bien, puesto que nosotros hicimos un exquisito uso de todo y la rotura se debió, a mi entender, por la mala calidad de las sombrillas, pues se partieron literalmente. No bastó con que nos acusara de descuidados y de haber abierto las sombrillas con mucho viento y dejarlas abiertas cuando no estábamos en casa. Bueno, es su palabra contra la nuestra.....imposible de demostrar.
Ante mi negativa a que me descontara nada de mi fianza, me dice que llama a la policía, y ante mi sorpresa, a los 10 minutos, aparece un señor de 2 metros, con fajas en los brazos, cara de pocos amigos, mudo, y que no cesa de dar vueltas a mi alrededor. Yo estaba sólo, pues mi familia estaba en el pueblo desayunando. Pasé miedo!!!! Yo si que llamé a la Guardia Civil, que afortunadamente, a los 10 minutos, acudió. Ni que decir tiene que cuando el propietario me escuchó hablar con la GC, le dijo al grande que se fuera.
Finalmente, hice lo que me dijo la GC. Rellené una hoja de reclamaciones, acepté los 30.-€, le dí las llaves en presencia de los agentes, y con la percepción de haber sido protagonista y víctima de un episodio de matonismo, me fuí.
Me siento humillado y trataré por la vía legal de recuperar los 50.-€ que me debe. Lamentablemente el disgusto, la indefensión y el miedo que pasé, no me los quita nadie. Menos mal que mi familia no presenció nada de esto!!!!